El artículo tiene una extensión de un folio, pero si no tienes ganas de leer, al final de la página lo tienes en vídeo. Míralo directamente en YouTube, recuerda que tiene subtítulos.
Te voy a dar tres ejemplos de casos que recientemente me han llevado a esta conclusión, por ejemplo:
Primero. Cuando una persona te llama por teléfono, puede ser que lo haga porque: a) Quiere saber cómo estás. b) Quiere comentarte alguna cosa o pedir consejo. c) O por cualquier otra cosa. Pero si una persona te llama, va a piño fijo con lo suyo, no atiende a cualquier cosa que le digas, lo único que le interesa es que le oigas y no te deja hablar… entonces digo, es posible que estemos ante el egoísmo enfermizo.
Segundo. Hay otro caso en el que a una persona se le nota que no está bien de la cabeza (por lo que sea), y que hace tremendos esfuerzos por mantener tu atención, utilizando cualquier cosa para atraerla como manipularla o cualquier otra forma dirigida a decir: ‘¡Fíjate, estoy aquí! En este caso ya no es sólo su egoísmo sino su evidente enfermedad.
Tercero. Puede que en algún momento tengas una amistad por Redes y es posible que aparezca la discrepancia sobre cualquier asunto, no coincidís en algo; entonces, en lugar de hablar y aclarar cosas y posiciones, va y te bloquea sin más; lo cual supone renegar de su amistad (obligado) y el borrado de seguirla; ya no existe para ti, se acabó. Puede que lo sientas, pero entonces te quedas con la boca abierta teniendo que olvidarla, es triste. Es una muestra evidente de que no estamos bien.
En otras palabras, no sé si habrás notado que la salud mental parece que se nos ha ido de las manos. Y lo peor de todo: nadie se libra. No creas que eso es cosa que les ocurre a los demás, nos está ocurriendo a casi todos. Unos lo padecerán antes, otros después, y quizás otros ni se llegarán a dar cuenta, pero esta cuestión no sé si ha venido para quedarse o es quizás algo pasajero. Puede que sean consecuencias de la pandemia que hemos sufrido en estos dos años y que ha acabado conectando con la guerra de Ucrania. Lo bien cierto es que a mi entender, esta situación nunca se había visto en la Humanidad, por lo tanto tampoco sabemos si acabará dándonos un empujoncito para que vayamos hacia delante, aunque también podría ser que nos lo dé para atrás; pero la sensación que tengo es que la cosa va para largo.
En cualquier caso vemos que la enfermedad está muy presente, pero la cuestión del egoísmo también es muy evidente. La parte del egoísmo se manifiesta claramente cuando una persona pone por encima de todo su individualidad, y sin altruismo ni solidaridad de ninguna clase, pone primero su yo, su EGO, y su empatía con la parte débil de las personas no aparece por ningún sitio.
Y de ahí es de donde me viene la paranoia en el sentido de que esto hace mucho que personas vinculadas al orden mundial lo sabían. Gente situada allá arriba de todo en la jerarquía social y económica, que de una forma u otra dirigen (gobiernan) al género humano. La cuestión es que lo hacen en beneficio propio (otra vez el egoísmo), por lo que han inventado el consumismo, y para mayor beneficio, la globalización. En este caso, las personas, seguimos sus planteamientos sin cuestionar absolutamente nada, lo que nos coloca totalmente en sus manos, en las de la superoligarquía. La cuestión es que no somos conscientes de ello y como el asno que sigue la zanahoria, vamos detrás de lo que nos ofrecen.
En definitiva, la salud mental debería ser lo más urgente para el Ser Humano.
Hasta la próxima reflexión.
Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com