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Fue en los últimos años del siglo pasado cuando un amigo me confesó: ‘-Me equivoqué. Invertí en campos de naranjos, cuando lo que tenía que haber hecho es invertir en viviendas’. Aquello se me quedó muy grabado; de hecho lo recordaré siempre. Estaba yo muy lejos de pensar en invertir, pero me llamó la atención. Con el tiempo he ido pensando en lo que es especular. Era lo que mi amigo me estaba tratando de decir.
Hoy he visto a otro amigo y veía yo que también estaba atrapado en otro juego: el de los Bitcoin. Estábamos hablando de cosas interesantes (neurología, psiquiatría o psicología), cuando vi (me enseñó en el móvil) las cotizaciones en el acto de esa moneda. Veía cómo la cotización subía y bajaba, diciéndome lo interesante de todo aquello.
Durante los años de este siglo me he ido dando cuenta de lo que es realmente la especulación. Gente que casi sin darse cuenta le llueve el dinero y no sabe desde donde le cae. Esa es la gente que tiene ‘sus negocios’ y se ve con tanto dinero que no sabe ni qué hacer con él. Son los que acuden a las subastas de arte, inversiones en Bolsa, especulaciones inmobiliarias, coleccionistas, adquisiciones del expolio arqueológico… Es una forma de juego en el que uno apuesta con el dinero sobrante. Se trata de una especie dc adicción al juego, la ludopatía.
Mientras unos no saben lo que es acabar mes arrapando como pueden, a otros les cae del cielo. Este último amigo se quejaba de que el Estado da a la gente pobre algo de dinero para que sobrevivan aunque sea en la miseria, mientras que yo en contraposición, le hablaba de los grandes despilfarros del Estado, del gasto enorme que tiene la Administración; llámese la Casa Real, los políticos, empresas de armamento, funcionarios… Le decía yo ¿que cómo era posible que hiciera hincapié en ese gasto que son migajas para el Estado y no veía el gran vilipendio que suponía todo lo otro?
Bueno, centrándonos en la reflexión, veremos que últimamente nos estamos dando cuenta del precio de los alquileres y lo difícil que lo tiene la gente joven para independizarse y adquirir una vivienda; cuando estamos viendo que los fondos buitres y los pisos turísticos hacen que mucha gente tiene que vivir en ‘ciudades dormitorio’ a kilómetros de sus lugares de trabajo. ¿Y por qué pasa esto? Pues porque hay ‘cerebros’ que han descubierto que en el ladrillo está el negocio.
Pero lo más importante: Hoy hemos reflexionado sobre la especulación, hace unos días lo hicimos sobre la corrupción… seguiremos estando al tanto sobre los grandes defectos humanos.
Hasta la próxima reflexión.
Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com
Sin Cristal, el blog 