Para ser libre, mejor sin condicionamientos

Discusiones de egos

Imagina que estás buscando pareja. No sabes qué quieres, pero algo te dice que necesitas una mujer u hombre para realizar lo clásico: casarte y tener hijos… continuar la especie. La encuentras y decides montártelo con lo que tú crees que es ‘tu otra media naranja’. Habrás tenido suerte o no, pero es evidente que a pesar de tus expectativas, con el tiempo, te des cuenta de que no acaba de ser ‘pareja para toda la vida’… y rompes. ¿Qué ha pasado aquí si creías que estabais hechos el uno para el otro? Pues es muy sencillo: tu personalidad, la de ella o quizá la de los dos: erais muy diferentes. Te ha faltado suficiente madurez como para ceder y comprender que hay diferencias entre las personas, y es entonces cuando decides que no hay futuro. En definitiva (alguien o los dos), ha decidido romper; no lo sabemos, pero en el fondo, la cuestión es que lo que se está buscando es libertad para ser uno mismo; por lo que la convivencia te condiciona.

Notoriedad

Si seguimos con el razonamiento veremos que desde la infancia, cualquier paso que damos nos condiciona… se está formando la personalidad. En otras palabras, un cuerpo virgen que acaba de nacer se está dotando de la mente; si no éramos únicos físicamente al venir al mundo, más únicos lo  vamos a ser con ella. La mente es distinta del cerebro. Este viene con ‘la máquina total’, mientras que la mente se va formando con el tiempo y nos va condicionando poco a poco. Al final, no sabemos qué ha pasado, pero nos encontramos que hemos ido creciendo y queremos ser libres. Libres para poder hacer y ser lo que queramos; cosa imposible, pero hay aproximaciones.

Apego a cosas materiales

En otras palabras, ¿cómo quieres ser libre si estás pendiente de lo que puedan pensar los demás sobre ti? ¿Puedes ser libre si te importa el número de ‘me gusta’ que en redes sociales van a poner en tus publicaciones? Si estás todo el día pendiente de lo que digan sobre ti en las redes, tus familiares, amigos, vecinos o conocidos,  ¿cómo puedes considerarte libre si buscas la aceptación de gente mediocre? El mismo trabajo te condiciona; tienes que estar pendiente de tus clientes o de tu jefe. Si buscas notoriedad eres esclavo de ella. Para ser notorio, tienes que saber que vas a ser esclavo de ello y decir lo que los demás esperan que digas. Seamos claros, cuando más notoriedad quieras, menos libre serás.

¿Lo mejor? Escuchar, comprender, tener las ideas claras, aplicar el pensamiento crítico… ir algo más a la tuya, no a la de los demás. ¿Qué entonces no puedes tener pareja, ni hijos…? ¿Qué no puedes esperar los aplausos de los otros…? ¿Y si fuera esto la trampa que nos ha puesto ‘la mente’? ¿Son trampas que vienen a ensalzar el ego? ¿Y si mientras tanto descubrimos el camino que nos puede llevar a otro ‘estado’? Puede ser triste, pero quizás sea este el nuevo camino; puede que con el tiempo encontremos ‘otra salida’. Seguro que las hay, pero nunca puede ser la que llevamos ahora.

¿Qué es escribir?

¿Continuamos con la deriva zombi o nos planteamos cosas? ¿Te doy alguna pista? Es muy difícil ir un poco más allá del planteamiento que te hace la mente, pero no hay más remedio que hacerlo, quizás entonces descubramos lo que es ser libre. ¿Quieres ser libre? Pues tendremos que renunciar a muchas cosas de las que te dicta la mente, y puede que en algún momento descubramos qué es la verdadera libertad.

Entonces, te preguntarás, ¿para qué quiero publicar estas reflexiones? Pues en primer lugar me sirven para aclarar mis ideas; y en segundo, al publicarlo en internet espero que algo de ello me trascienda, en la Red hay visos de ‘eternidad’; y también, si alguien tiene curiosidad puede verlo. Por lo tanto, calladito y con humildad, pero sí diciendo lo que pienso en estos momentos, sin más pretensión.

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https://youtu.be/wrTk1IJTbwY

Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com