Definitivamente, esta sociedad está enferma

El artículo tiene una extensión de un folio, pero si no tienes ganas de leer, al final de la página lo tienes en vídeo.

El valor del dinero (sólo es papel)

Si te parece tiramos de imaginación y vamos a pensar que una civilización alienígena ha dado con este planeta y por las ondas de radio se dispone a echar un vistazo. Quedan sorprendidos por la vida que hay en él y les llama la atención que una especie (la humana), destaca sobre todo lo demás. Después de observar un poco ven a esos humanos como un rio revuelto en el que cada cual va a la suya. Lo que más les llama la atención es que la evolución de su cerebro tiene talento y les permite hacer lo que han hecho. Otra cosa que les llama la atención es que muy poca gente piensa en los demás, todos son codiciosos. Casi todos van a ‘colocarse’ sin mostrar ni un ápice de solidaridad para con los demás. En esa sociedad sólo vale el ‘beneficio’ (económico o de posición), que uno pueda sacar. Ven que se trata de una sociedad corrupta.

Son conscientes de que tienen algo para empezar y seguir investigando. Descubren que hay un todopoderoso que lo regula todo y que la inmensa mayoría desea tener: el dinero; aunque no tardan mucho en averiguar que el poder también está muy ligado a él. Ven además que la capacidad adquisitiva es tremendamente importante en esa sociedad y que el talento y la suerte van muy ligados. Hay unos que se dedican a llevar turistas al espacio, mientras otros no tienen para vivir y pasan hambre. En otras palabras, es el planeta de las desigualdades. El final de esa civilización es desastroso: guerras, desgraciados que mueren, niños que son asesinados, rapiña de unos a otros… En esa sociedad hay infinidad de guerras, pero sobre todo las que no se ven, las incruentas: Unos contra otros. Es el poder, el dueño de vidas y haciendas.

Gente viajando

Por otra parte ven que los de abajo son de corto entendimiento y poco talento. Saben que, para hacerse con ellos les tienen que dar ‘sus golosinas’; y estas vienen en formato de ‘consumo’ (y les dan cuatro céntimos para que puedan consumir); se encargan de crear las ‘necesidades’ en la población y saben que al ganarse a esas personas, se benefician con el dinero que les dan por el trabajo y que en cierta forma vuelve a ellos. Es la gente simple, la que hace caso a los medios, la que no tiene vida interior, la que va hacia donde ellos la dirigen, sin criterio propio. Esa gente no es consciente de lo que es la vida. Los alienígenas ven que ese camino no lleva a ninguna felicidad y que morimos persiguiéndola: son los sueños del adolescente.

Se dan cuenta de que la gente viaja y compra cuando ellos les dicen sin tener en cuenta lo que les va a venir: el cambio climático. Unos porque les conviene no creer en ello (los cortoplacistas y aprovechados), y otros porque no se dan cuenta; sólo hay unos pocos conscientes que saben hacia el desastre al que se dirigen y que va a suponer una hecatombe para el planeta.

Viendo las luces de Navidad

Lo que ven esos extraterrestres es que la élite sabe muy bien lo que les tiene que dar a esa masa: la ilusión y la esperanza que los tiene entretenidos. Saben que la gente sencilla lo que único quiere es fiesta y diversión (les das rebajas, luces y festejos, y ya están contentos), y es entonces cuando se hace de ellos lo que se quiere.

Esa pues es la realidad detectada en ese planeta, el más egoísta de la galaxia. Saben que los habitantes están tan ofuscados en sí mismos y sus intereses, que son incapaces de ver la propia situación. Los tripulantes de la nave envían las observaciones a su planeta mediante tecnología láser y continúan con su marcha.

Definitivamente la Humanidad está enferma. Hace tiempo que vengo escuchando esto de la gente sabia, pero sin acabar de verlo. Ahora, con el tiempo, he comprendido lo que algunos de ellos dijeron y he llegado a la conclusión de que tenían razón. Pero lo peor de todo, la única medicina que se recomienda es: la madurez. El tiempo lo cura todo.

Hasta la próxima reflexión.

Subtítulos en español e inglés

Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com

Europa libre de paraísos fiscales

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Dejemos estar lo que hay fuera de Europa; aquí tenemos suficiente trabajo para ver qué está pasando y cómo se puede evitar. Ten en cuenta que nosotros (la ciudadanía) no lo vemos (algunos ni lo quieren ver), pero ellos sí. Veamos quienes son ellos:

La corrupción

Dicen que en Irlanda, Luxemburgo y Países Bajos ‘atraen numerosas empresas multinacionales con su política de rebajas impositivas’. También les llaman ‘jurisdicciones no cooperativas’. Formas ocurrentes de ver la cosa; pero es que aún hay más, hay territorios que están en Europa y que no pertenecen a la Unión Europea como Suiza, Andorra, Gibraltar, Mónaco y otros países… No es cuestión de rebajas impositivas a empresas multinacionales, sino de dar opacidad a cualquiera que tenga algo que ganar en relación con el dinero.

Y ahora veamos el origen de ese dinero: Por supuesto que viene de la Corrupción (políticos, iglesia, drogas, prostitución, empresas, grandes fortunas), en definitiva el dinero sucio; no importa el lugar (origen) en que se haya estafado o enriquecido irregularmente, importa el tenerlo a buen recaudo y no pagar sobre él.

La cuestión es simple: ¿Tienes dinero que no quieres que nadie te controle? Pues está claro, habla con un buen asesor fiscal, que ya tiene pensado en qué lugar lo va a meter. Y claro, como ahora no hace falta ‘la presencialidad’ para depositarlo, pues a través de una maraña de artilugios informáticos ‘se hace llegar’ a su destino… el paraíso, lejos de cualquier curioso y a salvo de impuestos.

Paraíso fiscal

Y ahora veamos quién está detrás de todos esos países: Es la gente poderosa de este tiempo. Son ellos y sus lobbies los que están haciendo ‘sus leyes’; un entorno propicio para los intereses de los que están casi arriba y que necesitan ese orden (el mundial), para que todos los poderosos puedan comer de la misma sopa.

Ya puede la UE reindustrializarse, hacer algo para impedir el cambio climático, reforzar la Unión, o la misma justicia social… Todo eso puede ser bueno para ella, pero mientras no se haga algo para evitar la opacidad del dinero, aunque solamente sea en su territorio, no se hará nada. Y hay muchas formas de hacerlo, principalmente con la legislación, negociación y la presión dentro y fuera de la UE. Si no empezamos por ahí, nunca se logrará acercarse a la justicia social, en la que ese capital está ahora bien protegido.

El capitalismo no funciona. Another world is possible.

-¿Y qué quieres que hagamos los de abajo del todo? -podría decirme alguien. ¿Qué podríamos hacer contra todo lo que los más poderosos han ido construyendo para ellos y en contra nuestra…? Y entonces yo te pregunto: -¿Quieres ser de esos descabezados llenos del odio que van asesinando a mendigos sin hogar en nombre de la patria? ¿O acaso eres tan egoísta que, cobrando 10, miras hacia abajo y ves lo ‘rico’ que eres, y no miras hacia arriba a los que tienen 100, que encima ves a saber cómo lo han conseguido? Estoy seguro que si sumamos todo ese dinero y lo repartimos, seguro que salimos a 30 y además con 4 horas de trabajo al día, lo suficiente para vivir.

Pero que no se nos olvide: ¿cómo se va a conseguir si los mismos políticos están a la orden de los verdaderamente poderosos y son tan corruptos como ellos? Habría que dar una drástica vuelta de timón (comenzando por ‘nuestros’ representantes en la UE), para comenzar con esa larga y ardua tarea.

Hasta la próxima reflexión.

Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com

Lo que se siente a los 76 años

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Hoy te voy a hablar de mí, decirte lo que siento, y hablarte de cual es mí actual situación. Voy a intentar ser breve aunque directo. Repasemos cómo me encuentro hoy. Primero que nada voy a empezar por…

La cervicalgia

Mis aficiones ahora. Son tres, los paseos matinales, el ordenador y la televisión. Todos los días de buena mañana, salgo a pasear entre 3 y 5 kilómetros; son los restos de lo que fue el senderismo de antaño. El ordenador hace que me interese sobre cualquier reflexión que luego publico en el blog Sin Cristal, aunque también entro en las Redes Sociales. Y es aquí donde acabo viendo y leyendo alguna cosa de actualidad. Hasta hace unos pocos años me encantaba leer ensayos, ahora ya no leo, solo titulares de prensa para estar al día. Por último la televisión; la utilizo para la información, documentales y algo de deporte, principalmente tenis.

Otras aficiones. Me interesa cualquier divulgación científica, bien sea en algún canal de TV o por medio de YouTube. Me encanta la Cosmología; casi todos los días veo algo referente a la Luna, Marte o el telescopio espacial James Webb.

Abuelo con el nieto

Salud. Principalmente tengo dos problemas: primero las cervicales, después la glucosa. Ninguna de las dos me produce dolor, aunque sí me produce conflicto interno. Como verás nada que me lleve directo a la muerte (de momento). Respecto a la primera, tengo el cuello de pato; es decir, tengo que estar continuamente moviendo el cuello buscando una supuesta posición vertical que nunca logro. Cuando estoy algo nervioso es desesperante. Y por la segunda, el azúcar; desde el confinamiento de 2020 que pasó a niveles exagerados, y fue entonces cuando pasé a la inyección de insulina. Comencé con una dosis de 10 unidades, habiendo llegado a 40. Desde hace un par de meses he ido bajando de dos en dos hasta llegar a las 10 unidades de ahora; veremos esto en qué queda. Me encuentro cansado, sin fuerza física; aunque lo compenso con la actividad intelectual que me proporcionan mis reflexiones. Por lo demás, teclas sin importancia.

Un abuelo feliz

Dinero. Nunca he sido previsor; siempre he querido ir al día y ser pobre, confiar en los medios públicos y comprender mejor a los débiles. Sólo tengo una pensión mínima y con ella me apaño. No tengo más ingresos, he querido ser consecuente con mis ideas. Y menos mal que no pago alquiler.

Amor. A mis hijos y nietos. Hago lo imposible para ayudarlos, lo cual quiere decir que tengo que ser lo suficientemente discreto para no irme de la boca y armar líos.

Sexo. Jamás he sido seductor, soy muy cabezota, siempre me ha gustado ir de igual a igual, lo que ha acabado por deshacer mi atracción física hacia el sexo opuesto. Nunca he entendido bien que a la mujer no le interesa el sexo por el sexo. Así y todo, creo que aún estaría dispuesto a cualquier reto que se me pusiera por delante; aunque claro, lejos están los tiempos juveniles.

Paz en mí mismo. A pesar de todos los avatares con los que me he ido enfrentando en la vida, en estos momentos podría decir que soy razonablemente feliz, y sin echar de menos la compañía he asimilado de una forma satisfactoria la soledad como un bien necesario, podría decir que siento la paz conmigo mismo y de la que estoy muy satisfecho.

Mi independencia. Siempre he sido muy independiente; me ha gustado ir a la mía. Armado con mi pensamiento crítico, he visto cómo se les entregaba premios y reconocimientos, para después ver que en su pensamiento no eran honrados consigo mismos, y cómo tenían que decir alabanzas de todo lo que les rodea. En ningún momento he pensado en reconocimientos. Con el tiempo han salido algunos ‘rebeldes’… pero tranquilos que el Sistema ya se encargará de ellos arrinconándolos en la habitación del olvido.

Hasta la próxima reflexión.

Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com

La crueldad de algunos humanos

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El apetito de bienes del hombre

Viendo cómo algunos depredadores cazan a su presa, me viene al pensamiento la palabra ‘crueldad’. Puede que nos dé esa impresión, pero si profundizamos en el acto de ‘la caza’, veremos que no hay crueldad en absoluto. Simplemente es su ley, la de la supervivencia; la del depredador y su presa. Son las leyes que ha establecido la vida en este planeta, no tienen más remedio que seguirlas.

Si observamos bien veremos que no hay ensañamiento alguno. El animal que está en la cumbre de la cadena alimentaria lleva a cabo la caza de los animales inferiores con la única finalidad de sobrevivir; no hay ensañamiento en su instinto al cazar, sólo la voluntad de seguir vivos, de alimentarse.

Por lo tanto, cuando vemos al depredador con su cabeza llena de sangre por haberla metido en las entrañas de su presa; por mucho que nos venga a la cabeza la palabra ‘crueldad’, no la hay tal como los humanos la entendemos. El animal no disfruta del sufrimiento de otro, no es consciente de ello; difícil será que veamos a un depredador harto que busque con ensañamiento otra presa si ya ha conseguido una. De todas formas hay que tener en cuenta a los animales territoriales, sólo están defendiendo su territorio.

Sin embargo, si damos el salto al gran depredador de este mundo, el ser humano; veremos su insaciable apetito. Parece que su finalidad es conseguir poder y dinero, y cuanto más mejor, aunque se tenga que pasar por encima de otros, y aunque cause daño a los demás. Este sí es el depredador; este sí se ensaña con otros. El problema es que unos pocos (imagínate la corte de los reyes de toda la vida), que tienen dinero y poder, y nunca tienen bastante. El homo sapiens parece que siempre ha tenido ambición, y desde la noche de los tiempos siempre ha querido acaparar para sí cualquier cosa que le diera poder y riqueza; y es desde entonces cuando nació la propiedad privada.

El reparto de la riqueza

Puede que en algún momento, hayan visto lo que se cuece a su alrededor, y sin reflexionar demasiado digan: ‘Hacer como hacen no es pecado’. Y ya tenemos ahí un aprendiz de ‘todopoderoso’, que se va a encargar de hacer daño a los demás. Esta clase de personas tienen a su alcance la reflexión, pero no la usan, o mejor dicho, su única reflexión es hacer cómo hacen algunos aunque ellos estén en la mitad de la tabla. Entre los de arriba del todo y los intermedios, se van a encargar que los de abajo (que son la inmensa mayoría), sean los estrujados, vilipendiados, y sometidos por toda esa gente que no tiene solidaridad alguna con ellos. Si quieres seguir siendo mediocre…

Muchas de esas personas sólo tienen entre ceja y ceja, el que la finalidad en esta vida es aprovecharse de los demás en beneficio propio, tal y como los de arriba del todo se aprovechan de ellos y también del resto. Y lo más importante, no se dan cuenta del daño que hacen… o sí se dan cuenta y lo desechan automáticamente. Siempre quieren más y más, y nada ni nadie les va a hacer reflexionar que como ocurre con los animales, sólo necesitan lo mínimo para vivir, o quizás algo más. Es lamentable el lugar en que han caído los humanos.

La moral de la solidaridad

Dinero y riquezas hay en la Tierra para dar y vender, que bien repartido, sobraría con creces para la inmensa mayoría de los habitantes que viven en el planeta; o en otras palabras, que si la riqueza estuviera bien repartida y los ricos no acapararan tanto (dejemos que continúen siendo ricos), los de abajo podrían subir unos cuantos peldaños y tener una vida digna.

Esto no lo arregla ninguna religión; es la moral imperante que aún está viva y bien viva; por lo que el ser humano debería reflexionar por encima de religiones. Porque, ¿cuántas religiones tenemos desde los chamanes? Nadie; ninguna de ellas ha logrado establecer la moral de la solidaridad, del altruismo, lo único que han conseguido es la moral del aprovechamiento, del ensañamiento, de la crueldad. Ninguna de ellas ha conseguido dar respuestas correctas a la Humanidad en ningún momento de la historia.

Puede que alguien diga que esta moral es una moral ‘inocente’, que la realidad es bien distinta (o comes o te comen); a lo que les contestaría que eso son excusas de mal pagador, y que de una forma o de otra, a mí me ha funcionado. La vida me ha ofrecido su moral, y sin embargo yo me rebelé contra esa forma de ver el mundo, y como he podido, he ido configurando la realidad a mi forma de entender esa vida.

Artículo en vídeo

https://www.youtube.com/watch?v=UEqqBAjbUWo

Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com

De cómo las ideologías se autorretratan

Nuestras contradicciones

Aunque estamos llenos de contradicciones, es muy fácil detectar de qué ideología es una persona. Las habrá de cosecha propia o adoptada, más radicales o menos, conscientes o inconscientes, pero es muy curioso observar de qué pie cojeamos cada uno de nosotros. Las ideologías están por encima de patrias y banderas, aunque a veces forman parte de ellas. No es cuestión de inteligencia, tampoco de cultura, simplemente es cuestión de creencias, y en eso los humanos somos especialistas. ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor… o no? Hay de todo, pero generalizando podemos llegar a estas conclusiones:

                         Progresista              Conservador
La libertadSé lo que es libertad, porque soy consciente de que no soy libre de verdadMi libertad es mi dinero y hago con él lo que quiero.
La economíaMe doy cuenta de los abusos que se producen y no quiero ser consumista .He nacido en un libre mercado y quiero consumir.
El racismoCueste lo que cueste hay que ser solidarios. ¿Les hemos expoliado y no les ayudamos?Los del norte, bienvenidos, los del sur que se apañen.
La autoridadAutoridades, las mínimas. Sólo yo sé lo que hay que hacer sin que me lo digan.¡Una autoridad! Los míos saben lo que tenemos que hacer.
El dinero¡Qué difícil es repartirlo justamente! Los intereses hacen del robo la finalidad.Es lo que abre cualquier puerta; es lo más importante la vida.
La religiónEs una forma de control por el miedo En ella creen ‘vividores’ e ignorantes.Haré lo que me conviene: La 1ª por tradición, la 2ª por si acaso.
La leyLa hacen los poderosos en base a sus intereses dejando migajas para los demás.Nos protege; pero la hacemos ‘nosotros’ y está bien hecha.
Los débilesEl altruismo es una forma de ayudar a los débiles. Solidaridad con ellos.Por dos cosas: Porque vienen de familias pobres y porque lo son.
La finalidadSoy idealista. Una sociedad justa para vivir todas las personas sin distinción.Práctico. Menos idealismos y más trabajar. Situarse bien situado.
Lo públicoSiempre lo público. Los impuestos ayudarán a disminuir diferencias.Lo privado para saber dónde invertir el capital que rentabilice.
FeministaComprensión y tolerancia para deshacer un error histórico.La mujer se está envalentonando y hay que pararle los pies.
C. ClimáticoNo hay un planeta de recambio, hay que vivir en esta maravilla. Sólo unos pocos se benefician.Hay que apoyar a la economía para dar trabajo y que se pueda consumir.
La hipocresíaFrente a la hipocresía, nobleza.Sé lo que me conviene y lo hago.
Ord. públicoLo subvencionamos con nuestros impuestos para que nos mantengan a raya.Hay que reprimir cualquier conato de sublevación popular. Violencia no.
El miedoMis convicciones me han llevado a no tener miedo a nada ni a nadie.Tengo miedo a cualquier cosa pero sé que con dinero se arregla.
Cuadro de particularidades
Entre progresistas y conservadores

Después de todo esto, están los del fútbol, la telebasura, las cofradías, las fallas, los devotos, los descerebrados… todos estos son los que no tienen ‘ni chicha ni limoná’, los que a la hora de votar siempre acaban votando ‘tradición’ guiándose por los medios informativos. Es la gente inconsciente.

Enlace al artículo en vídeo

https://youtu.be/WB3s6RqQBUY

Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com

De la era analógica a la era digital (Coronavirus)

El mundo que se nos viene encima

De todas las crisis que hemos tenido hasta ahora esta es la más definitiva: tenemos la sanitaria y la económica. Hace tres días la OMS la calificaba como ‘pandemia’. A esta nueva enfermedad yo la calificaría como el virus silencioso: entra de incógnito y no acaba diciéndotelo hasta pasados 4 o 5 días; mientras tanto, vas contagiando a todos los que se te ponen por delante.

La misma técnica de la civilización, va a la suya y no entiende de ideologías. Desde los últimos años del siglo pasado que, a velocidad vertiginosa, hemos pasado del mundo analógico al mundo digital en los primeros años de este siglo. Veremos cómo nos adaptamos a estos nuevos tiempos. Pero hay que sobrevivir, y en eso somos especialistas.

¿Cómo era el mundo hasta hoy? Pues el capital ha sido y es el gran dios al que reverenciamos. Todo el mundo venera a este dios. Este mundo que fue globalizado, lo ha sido sólo para el capital. Los paraísos fiscales que desde mediados del siglo pasado (a cuyo frente estaba Suiza), hasta ahora se han venido  multiplicando. La cuestión es que ese capital que anda a sus anchas por todo el globo, suele ser dinero corrupto libre de toda clase de impuestos. Los amos del dinero lo han organizado todo para mantener al mundo como les conviene. Ese dinero que tan poco esfuerzo les ha costado de conseguir, se concentra en lugares estratégicos (defendidos por lobbies), para que el mundo no se mueva. Se ha pasado de una moneda de cuyo valor respondía el consiguiente banco nacional, a otra totalmente virtual sin ninguna clase de control. En otras palabras: nadie sabe exactamente las monedas que circulan por ahí. Por otra parte, las empresas turísticas y el transporte aéreo, han crecido a sus anchas apoyadas por la pujanza económica y van a ser las primeras en caer.

¿Cómo va a ser el mundo a partir de ahora? Pues nadie lo sabe. Pero lo que sí sabemos es que los cimientos de la economía se han conmovido. ¿Quién puede saber cómo va a evolucionar el virus? Que si modelos matemáticos, estadísticas de todas clases… Nadie lo sabe; puede pasar cualquier cosa… pero lo bien cierto es que no va a ser igual que antes. En una situación como la que estamos viviendo, hay alguna gente que seguro se está calentando la cabeza para ‘hacer negocio’; a poca gente se le ocurrirá llevarse la contrapartida corrupta a casa, aunque el carroñero de toda la vida siempre existirá. Se trata de ver qué necesidades tenemos ahora. Lo que pasa es que la gente que hasta ahora ha sido ‘inocente’, puede que ya no lo sea tanto. Todo por no reaccionar a tiempo y mantenernos confiados con sus mentiras. ¡Ah! Por cierto, el 5G viene de China, y el virus también.

Algunas empresas habían puesto en práctica el teletrabajo, pero ahora parece que la cosa se va a desmadrar. Eso en lo que atañe al trabajo en empresas y otros organismos, pero también hay que tener en cuenta al propio Estado. En las declaraciones rimbombantes de las altas esferas políticas (de este país y de Europa) nos dicen que se va a insuflar liquidez a las empresas para que no disminuya su actividad: procurar que no haya una recesión económica, ayudar a pagar cuotas a la seguridad social con cotizaciones, créditos sin interés para las empresas, suspender el pago de hipotecas, ayudar a las familias con el salario de subsistencia, el paro se va a duplicar, invertir en la sanidad… Lo que no entiendo es de dónde sacan el dinero, a no ser que le den a la maquinita, por lo que la inflación puede dispararse. Pero dinero sí que hay, claro que hay, lo que no estaba bien repartido. Entre políticos, enchufados, y las altas esferas económicas, se lo llevaban casi todo. Se va a insuflar una cantidad de dinero bestial para que la empresa continúe, para que haya consumo, para que toda la gente tenga dinero para sus gastos. ¿Y los impuestos? ¿De donde van a sacar todo ese dinero? Más de uno tendrá que apretarse el cinturón; los de siempre seguro lo van a  hacer, pero cuidado que los de arriba también tendrán que apretárselo. Hasta ahora había dos estancias inabarcables: el Estado y las grandes empresas. Habrá que repensarlo todo de nuevo. Al Estado habrá que reinventarlo y a las empresas (a los miembros del Consejo de Administración y algunos acólitos), habrá que hacer que paguen sus impuestos. Nada va a ser igual. Esto no es la simple evolución de los tiempos, se trata de una revolución. Y aquí estamos, confinados en casa a la espera de que la maquinaria de los políticos acabe resolviendo el problema.

Enlace al artículo en vídeo

https://youtu.be/Dcxw60MJDVM

Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com

Cómo el poder se va buscando la vida…

… mientras nos hacen creer en su democracia.

Hace unos 4 o 5 días, escuché la noticia de los sobornos en EUA y sin quererlo lo relacioné rápidamente con la de Aznar; y pensé en ella para hacer este trabajo. El problema es que al día siguiente, por mucho que forzara la mente para recordarlo, lo había olvidado. Hoy, sin más, estando haciendo la comida, me ha venido a la memoria. Me voy corriendo a por papel y bolígrafo; tengo que anotarlo: ‘Sobornos para acceder a la universidad (EUA)’. ‘Aznar y compañeros de clase’. Sigo con la comida; ya lo buscaré después en el navegador. Me viene al pensamiento: El título; ¿qué título le pongo? Tiene que invitar a quien lo lea para que entre en el artículo. Escribo: ‘Cómo el poder se va buscando la vida…’ ¡Ah! Tengo que poner un subtítulo tal y como he pensado muchas veces: ‘…mientras nos hacen creer en su democracia’. Hecho. Después de comer veo un documental sobre los Neandertales y cómo se llegó a su extinción. Me estiro sobre el sofá y me digo: voy a dormir la siesta. ¿Tú puedes dormir? Yo no. Le doy vueltas; voy cogiendo hilos. Al final me tengo que levantar, pongo en marcha el ordenador y me pongo a escribir.

Desvelan en EEUU una red de sobornos para acceder a las universidades más prestigiosas

https://www.abc.es/internacional/abci-desvelan-eeuu-sobornos-para-acceder-universidades-mas-prestigiosas-201903131039_video.html

Aznar o cómo colocar a los amigos

https://www.lamarea.com/2019/01/09/aznar-o-como-colocar-a-los-amigos/

Pienso: Normal, si yo hubiera tenido un compañero de clase también hubiera contado con él. Pero claro, ahora descubro que hay gente que se gasta el dinero para que sus hijos vayan a escuelas en las que estudian gente influyente. A la gente humilde jamás se nos hubiera ocurrido que ‘eso’ puede hacerse. La noticia de Aznar hace ya unos cuantos años que la sé, pero jamás la hubiera relacionado con los sobornos de EUA para entrar en las universidades. Cuando la escuché la relacioné inmediatamente con la ‘doméstica’. Pero ese mismo día la olvidé. Aunque hace justo ahora 5 años tuve un ictus, pensaba yo que era posible que esa desmemoria era por ello, sin embargo mi amigo el psicólogo clínico, me dice: que no, que es cuestión de la vejez. Es posible que tenga razón, con 71 años algo tengo que tener.

¿Podrías haber imaginado que en estos tiempos, en una de las ‘democracias’ más avanzadas del mundo, hubiera esta clase de sobornos? ¿Es que nadie se puede escapar al valor del dinero? ¿Sabes qué pasa? Pues que el Capital lo ensucia todo. Hay mucha gente que le llueve y no sabe ni de dónde; gente que su única misión en la vida es acumular dinero, poder. Es su forma de divertirse, es lo único que les da sentido a su vida. ¿No hay nada más en ella?

Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com