El mundo que se nos viene encima
De todas las crisis que hemos tenido hasta ahora esta es la más definitiva: tenemos la sanitaria y la económica. Hace tres días la OMS la calificaba como ‘pandemia’. A esta nueva enfermedad yo la calificaría como el virus silencioso: entra de incógnito y no acaba diciéndotelo hasta pasados 4 o 5 días; mientras tanto, vas contagiando a todos los que se te ponen por delante.
La misma técnica de la civilización, va a la suya y no entiende de ideologías. Desde los últimos años del siglo pasado que, a velocidad vertiginosa, hemos pasado del mundo analógico al mundo digital en los primeros años de este siglo. Veremos cómo nos adaptamos a estos nuevos tiempos. Pero hay que sobrevivir, y en eso somos especialistas.
![](https://sincristal.wordpress.com/wp-content/uploads/2020/03/2-2.jpg?w=509)
¿Cómo era el mundo hasta hoy? Pues el capital ha sido y es el gran dios al que reverenciamos. Todo el mundo venera a este dios. Este mundo que fue globalizado, lo ha sido sólo para el capital. Los paraísos fiscales que desde mediados del siglo pasado (a cuyo frente estaba Suiza), hasta ahora se han venido multiplicando. La cuestión es que ese capital que anda a sus anchas por todo el globo, suele ser dinero corrupto libre de toda clase de impuestos. Los amos del dinero lo han organizado todo para mantener al mundo como les conviene. Ese dinero que tan poco esfuerzo les ha costado de conseguir, se concentra en lugares estratégicos (defendidos por lobbies), para que el mundo no se mueva. Se ha pasado de una moneda de cuyo valor respondía el consiguiente banco nacional, a otra totalmente virtual sin ninguna clase de control. En otras palabras: nadie sabe exactamente las monedas que circulan por ahí. Por otra parte, las empresas turísticas y el transporte aéreo, han crecido a sus anchas apoyadas por la pujanza económica y van a ser las primeras en caer.
![](https://sincristal.wordpress.com/wp-content/uploads/2020/03/3-1.jpg?w=1024)
¿Cómo va a ser el mundo a partir de ahora? Pues nadie lo sabe. Pero lo que sí sabemos es que los cimientos de la economía se han conmovido. ¿Quién puede saber cómo va a evolucionar el virus? Que si modelos matemáticos, estadísticas de todas clases… Nadie lo sabe; puede pasar cualquier cosa… pero lo bien cierto es que no va a ser igual que antes. En una situación como la que estamos viviendo, hay alguna gente que seguro se está calentando la cabeza para ‘hacer negocio’; a poca gente se le ocurrirá llevarse la contrapartida corrupta a casa, aunque el carroñero de toda la vida siempre existirá. Se trata de ver qué necesidades tenemos ahora. Lo que pasa es que la gente que hasta ahora ha sido ‘inocente’, puede que ya no lo sea tanto. Todo por no reaccionar a tiempo y mantenernos confiados con sus mentiras. ¡Ah! Por cierto, el 5G viene de China, y el virus también.
![](https://sincristal.wordpress.com/wp-content/uploads/2020/03/4-2.jpg?w=1024)
Algunas empresas habían puesto en práctica el teletrabajo, pero ahora parece que la cosa se va a desmadrar. Eso en lo que atañe al trabajo en empresas y otros organismos, pero también hay que tener en cuenta al propio Estado. En las declaraciones rimbombantes de las altas esferas políticas (de este país y de Europa) nos dicen que se va a insuflar liquidez a las empresas para que no disminuya su actividad: procurar que no haya una recesión económica, ayudar a pagar cuotas a la seguridad social con cotizaciones, créditos sin interés para las empresas, suspender el pago de hipotecas, ayudar a las familias con el salario de subsistencia, el paro se va a duplicar, invertir en la sanidad… Lo que no entiendo es de dónde sacan el dinero, a no ser que le den a la maquinita, por lo que la inflación puede dispararse. Pero dinero sí que hay, claro que hay, lo que no estaba bien repartido. Entre políticos, enchufados, y las altas esferas económicas, se lo llevaban casi todo. Se va a insuflar una cantidad de dinero bestial para que la empresa continúe, para que haya consumo, para que toda la gente tenga dinero para sus gastos. ¿Y los impuestos? ¿De donde van a sacar todo ese dinero? Más de uno tendrá que apretarse el cinturón; los de siempre seguro lo van a hacer, pero cuidado que los de arriba también tendrán que apretárselo. Hasta ahora había dos estancias inabarcables: el Estado y las grandes empresas. Habrá que repensarlo todo de nuevo. Al Estado habrá que reinventarlo y a las empresas (a los miembros del Consejo de Administración y algunos acólitos), habrá que hacer que paguen sus impuestos. Nada va a ser igual. Esto no es la simple evolución de los tiempos, se trata de una revolución. Y aquí estamos, confinados en casa a la espera de que la maquinaria de los políticos acabe resolviendo el problema.
Enlace al artículo en vídeo
Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com