La mutación y la supervivencia en el esculpido de las especies

Evolución 01“Oímos porque tenemos oídos, vemos porque tenemos ojos, y andamos porque tenemos piernas” –Juan-Ignacio Pérez.

Podrá parecer una obviedad, pero si profundizamos observaremos que no es algo que tengamos conceptualizado ni asumido. ¡Qué forma más acertada de ver aquello que comenzó a ver Darwin y otros científicos de su tiempo! Desde entonces, que cuando hablamos del nacimiento de las especies lo hacemos llevando implícito algo que llamamos “selección natural”, “adaptación evolutiva” o simplemente “evolución”. Como si hubiera un mecanismo “consciente” que actuara esculpiendo la vida. Pero estos fenómenos, sin dejar de ser ciertos, ocurren en una última fase del proceso que es completamente automático y probablemente determinista dentro de su aleatoriedad. Lo más importante, lo primero que ocurre, es la mutación. Tener en cuenta esto puede parecer nimio pero se trata de una concepción muy importante porque va a dar un sentido correcto al hablarse de la aparición y evolución de las especies.

Evolución 02La selección natural nunca podría producirse si no hubiera habido con anterioridad la aparición de una particularidad especial y específica en un organismo que hubiera sido producida por una mutación genética. Lo mismo podríamos decir en el caso de la adaptación evolutiva que funcionaría como filtro para la adaptación a un hábitat de esas características. Y claro, al final, después de estos dos procesos de generación y transformación biológica aparecería lo que denominamos la evolución, que no vendría a ser más que el triunfo final de una mutación genética y la aparición de una nueva especie en un lugar concreto de los muchos que hay a lo largo y ancho del planeta. No se trata pues de estrategias de supervivencia, lo cual supondría una idea y plan previos, sino un “cruel” mecanismo automático que seleccionaría a los supervivientes, a los mejor adaptados, a los mejores respecto a un hábitat. Quien más a gusto esté, mejor se alimentará y reproducirá.

Evolución 03¿Puedes imaginar la cantidad de mutaciones genéticas que se producen continuamente y que aparentemente son irrelevantes pero que al final, ante un cambio climático en las particularidades de un ecosistema, acaban triunfando? Mirémoslo al revés; ¿podemos imaginar el gran esfuerzo de la máquina genética que produce un enorme dispendio de mutaciones que acaban diluyéndose insípidamente por insignificativas o simplemente a las que se las impide prosperar (por no ser aptas) condenando al fracaso a ese organismo?

Pues todo esto, todo ese increíble proceso que genera el motor de los genes, es lo que ha hecho evolucionar la vida en este planeta. La vida de animales y plantas con reproducción por combinación genética, ha llegado a lo que vemos en la actualidad gracias a ese increíble motor del que empezamos a saber algo desde hace aún muy poco tiempo, del que sólo conocemos aspectos del llamado “mapa genético” y del que empezamos a conocer algunas características que nos llevarán a comprender ese cabo suelto o “error de la naturaleza” (la mutación) que ha sido clave en la multiplicidad de especies que conviven con nosotros.

Evolución 04También es muy importante y no debemos olvidar el interesantísimo mecanismo que la geología estudia, en relación con los ecosistemas producidos en la Tierra, surgidos de la combinación de sus fuerzas interiores y de superficie en inmensas luchas equilibrantes, generadas por las masas, las leyes gravitacionales y los elementos obtenidos por acreción en el Sistema Solar provenientes de explosiones transformadoras de las estrellas.

Evolución 05Se supone que las primeras formas de vida (microorganismos unicelulares) de hace miles de millones de años se reproducían por partición y surgieron en el llamado caldo primigenio. Esta clase de vida elemental, origen de toda posterior, no disponía de órganos que le informaran sobre el entorno. Eran “ciegos y sordos” a su medio ambiente, y eran “movidos” por un hábitat líquido que los alojaba. Seguramente transcurrió tiempo, mucho tiempo, antes de que apareciera un mecanismo genético incipiente que a través de la prueba y el error generara un sistema nervioso viable que centralizara todo su cuerpo e hiciera aparecer por medio de “los errores de la naturaleza” (mutaciones) alguna especie de nódulo nervioso que acabara siendo una branquia, una aleta, un incipiente aparato digestivo, o algo que sin acabar de ser un ojo, percibiera fotones que simplemente le hacía notar cuando era de noche y cuando de día.

Evolución 06No fue pues la evolución la que “creó” las particularidades de la vida, sino la genética con sus mutaciones las que hicieron que aparecieran, y que luego fue la naturaleza a través de sus instrumentos geológicos la que esculpió el material bruto surgido, dándole forma, y seleccionando a través de las respuestas del organismo en forma de supervivencia, aquellos que mejor se adaptaban a sus exigencias.

Evolución 07En las palabras de Juan-Ignacio Pérez si no hubiéramos tenido oídos, no oiríamos; si no hubieran aparecido los ojos, no veríamos; y si no hubieran surgido las piernas, no andaríamos. No es que la evolución “hiciera” oídos, ojos o piernas. Lo hace la mutación y lo selecciona el entorno, lo que permite la aparición de una nueva especie y por tanto la evolución y riqueza de las formas de vida del planeta hacia una vida más compleja y mejor adaptada.

Evolución 08Esto es muy importante porque nos hace ver desde otro prisma un fenómeno que condicionará nuestra forma de entender y hablar sobre el “milagro” de la biología desde una perspectiva más acertada que le dará otro sentido que podrá parecer irrelevante pero que al buen observador le dará una percepción muy distinta.

Evolución 09Sólo me queda manifestar que las líneas que anteceden son simplemente el producto de la observación y la reflexión, no son la consecuencia de lecturas y sesudos estudios, y que no tienen contenido científico académicamente contrastado porque no soy experto en nada de lo que expongo, por lo que debe cogerse de la única forma posible: Con todas las reservas. Y a partir de aquí, cada cual que siga la cuestión expuesta si le parece interesante, de la forma que considere oportuno. Con todo ello en definitiva, lo que pretendo es hablar sobre la cantidad de cosas interesantísimas que nos rodean, que nos pasan desapercibidas por falta de observación y que por tanto no profundizamos en ellas.

Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com

La indecente mayoría. Para que la farsa continúe, ves a votar

Antisistema 01Era un momento de descanso en una fría tarde de invierno después de una dura mañana senderista por las estribaciones del Javalambre. Estábamos en la casa que nuestra familia tiene en un pueblecito llamado Torrijas (Teruel (Aragón)) situado a unos 1.400 metros de altitud. La chimenea “tiraba” calor a todo pasto. Después de una buena comida llegó la agradable sobremesa. Los catorce o quince amigos senderistas de la peña Anem Anant Sueca comentábamos avatares de la ruta matutina cuando alguien dirigiéndose a mí, dijo: “¿Ya tienes claro a quién vas a votar estas elecciones europeas?” Percibí silencio a la espera de una respuesta, y me lancé. Estoy seguro de que más de uno se sorprendió cuando dije: -Sí. Hace mucho que ya lo decidí. No voy a votar.

Antisistema 02-Pero… ¿por qué? –comentaron algunos que esperaban casi seguros una respuesta en el sentido de una opción de izquierdas.

-Es muy simple: Estoy harto de que me tomen el pelo. Yo no voy a colaborar en esta farsa.

Antisistema 03-Pues yo votaré en blanco –dijo uno. -Pues yo haré voto nulo –dijo otro. -Pues votar en blanco favorece a los más votados –comentó un tercero…

-La primera vez que voté fue a principios de los 70. Eran unas elecciones a las Cortes franquistas y se elegía por el “Tercio familiar”. Fueron las primeras que pillaron mi mayoría de edad (21 años) y desde entonces que no he faltado a ninguna convocatoria en la que se me consultara. Desde aquel momento, que he votado a todo el espectro político; en blanco, incluso nulo, pero hasta ahora nunca me había abstenido. He intentado ser un ciudadano ejemplar, un demócrata. He sido presidente de mesa un montón de veces y he colaborado con el Sistema. Pero ha llegado el momento: Yo, no voto. Que haya tenido que llegar a los 66 años para darme cuenta de todo ese tinglado… ¡Qué lamentable! ¡Qué ingenuo he sido!

Antisistema 04“Nos dijeron que íbamos a transitar hacia la democracia y me lo creí.

Me convencieron de que esta sociedad iba a ser más justa y lo cogí con ilusión.

Nos hablaron de que todos íbamos a ser iguales ante la ley, y estaba convencido de ello.

He visto cómo nuestra sociedad ofrecía oportunidades y protección en forma de “Estado del bienestar” con educación y sanidad universales, públicas y gratuitas… Y nos acaban de quitar estos y otros muchos derechos.

He descubierto que mientras esta crisis hundía a gente en la pobreza y la miseria, otros se estaban aprovechando de ello, se enriquecían y nos hipotecaban para años y años, empobreciéndonos.

Antisistema 05He visto como banqueros y políticos se dedicaban a la corrupción y robaban dinero público.

Me han decepcionado los partidos y políticos corruptos que yo pensaba defendían los intereses de los ciudadanos cuando en realidad he visto que lo único que defienden es a sí mismos, y a ricos y poderosos en nuestra contra.

Antisistema 06Ha quedado en evidencia que nuestros dirigentes no hacen las leyes para proteger a los ciudadanos sino que las hacen a la medida de ricos y grandes, multinacionales y empresas energéticas y de servicios privatizados que succionan nuestro esfuerzo.

Observé con expectación cuando nos dijeron que iban a legislar para que los impuestos fueran más justos y nos hemos dado cuenta de que los que más ganan, los que más tienen y las grandes empresas, son los que en proporción menos pagan y que acaban siendo los que más defraudan para esconderlo en paraísos fiscales consentidos y utilizados por ellos mismos. Todo esto después de haber subvencionado partidos y pagado políticos con comisiones y sobresueldos. También después de ver cómo han financiado con sus publicidades a los medios afines para que influyan en nuestro criterio.

Antisistema 07Hemos visto cómo miraban a otro lado en situaciones injustas internacionales tanto políticas como humanitarias, y colaboraban en acciones militaristas de ocultos intereses.

Poco a poco me he ido dando cuenta de que se les llena el pecho de satisfacción cuando hablan de “democracia”, cuando ellos (partidos y políticos) son menos demócratas que los propios ciudadanos.

¿Es que no veis la poca transparencia y la mucha opacidad de sus tejemanejes?

¿No os gustaría una sociedad algo más realista y menos hipócrita?

Antisistema 08Y por último, citaré a todos aquellos que institucionalmente se hallan dentro del Sistema, cobran de él y no denuncian con fervor injusticias sino que acaban incorporándose de pleno a las “reglas del juego” de una vida acomodaticia y corrupta.”

-¿Creéis sinceramente que tengo que votar a esa gente? Que podría votar a “nuevas” opciones alternativas… ¿Para qué si mis conciudadanos van a dejarse convencer en la campaña electoral (a través de sus medios informativos, olvidando lo que han estado viendo) y votar lo de siempre? ¿Para qué si tienen miedo de perder el trabajo o la pensión por ejemplo, que tan honradamente se han ganado y que nadie les ha regalado? ¿Voy a tirar otra vez mi voto a la basura? ¿Voy a protestar y manifestarme mientras “la indecente mayoría” se queda tranquilamente en el sofá de casa con el criterio que “les han metido encima”?

Antisistema 09Es evidente; si esta sociedad ha llegado donde lo ha hecho, es porque “la indecente mayoría” lo consiente votándola. Esa mayoría es indolente, ignorante, cobarde, dócil, temerosa, egoísta, corrupta Mientras el nivel sea ese… ¿cómo queréis que pierda el tiempo y colabore en esa farsa? No puedo hacer nada, sólo tratar de mantener algo de lucidez dentro de mí mientras ellos nos llevan a la mierda.

No. No puedo esperar que tengan en cuenta abstenciones, blancos, nulos u opciones advenedizas (votos tirados a la basura). Eso a ellos no les importa. Todos los comprados (Sistema) sólo valorarán los votos válidos. Se los van a repartir a su manera (la de d’Hondt, ley electoral), y seguirán legislando para sus privilegios. No esperemos rebajas de sus sueldos y “complementos”, no creamos que se van a quitar sus pensiones especiales ni inmunidades. Ni se nos ocurra pensar que no van a buscar trabajo cuando dejen la política a quienes han favorecido para continuar cobrando los favores.

No puedo ir a votar. Mi integridad moral me lo impide. Mi dignidad me dice que no debo participar en esa tomadura de pelo. Que no me venga nadie diciéndome que luego no me queje. Que nadie me diga que debo hablar o callar para siempre. Que ni se le ocurra a nadie decirme que no soy demócrata. Sólo puedo esperar que el nivel de “la mayoría” de mis conciudadanos sea menos indecente y tenga una media de consciencia algo más alta. Si llego a verlo me reincorporaré al Sistema, mientras tanto iré a la mía y que nos den bien a todos, a ver si al final nos damos cuenta.”

Alguien de la tertulia dijo: -Dejémoslo estar que la conversación me está poniendo nervioso.

Y seguimos con otras conversaciones también interesantes aunque menos crispantes (desesperantes).

Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com