Viaje a la India y Nepal II

Cara al Nepal. Continúa la gran aventura

Día 10/14. Primer y único fallo no achacable a la agencia de viajes ni a sus socios en la India. Los vuelos fueron cancelados. Los dos vuelos eran de Benarés a Delhi, y de Delhi a Katmandú. Desde Madrid y Delhi, casi se vuelven locos por darnos una solución. Al final esta llegó: De Benarés a la frontera con Nepal en taxi y de la frontera en avión a Katmandú. Unos 300 Km en cada trayecto; desde Benarés a la frontera tardamos ocho horas. Si, si; ocho horas por carreteras impracticables, y el paisaje como siempre en la India totalmente monótono. Las carreteras son como un imán de atracción del comercio local. Al final, cabezadita si y cabezadita no, llegamos a la frontera. En avión tardamos una hora en llegar al valle, Decimos adiós a la India.

Día 11/14. Katmandú. Nos despertamos ya en esta ciudad. Es el último día de 2075, ‘noche vieja’ para nosotros. Por la mañana visitamos la plaza Durbar en la que hay templos, santuarios y la residencia de ‘la diosa viviente’; elegida a los 4 o 5 años por los sacerdotes, después de que haya pasado una serie de pruebas hasta que tenga la menstruación. Por la tarde vamos a la ciudad de Patán, donde vemos el Palacio Real y el Templo Dorado, un monasterio budista quizás construido en 1392. En Nepal la religión budista tiene mucha importancia, aunque como en la India están muy divididas.

Día 12/14. Hoy es el primer día del año 2076 en Nepal. Bhaktapur. Visitamos la Puerta de los Leones y la pagoda de cinco plantas, copia de una anterior más pequeña. En el vídeo se puede observar como una de las pagodas fue afectada por el terremoto que hubo en 2015. Hay muchos monumentos apuntalados. Boudhanath. Fue construida en el siglo V; y en 1979 fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Visitamos la estupa, uno de los monumentos budistas más importantes de la Tierra.

Día 13/14. Katmandú. Hoy tenemos el día libre para explorar por la capital del Nepal. En una de las calles vimos otro amasijo de cables que yo creía que era porque no les alcanzaba para más; y luego descubrí que era por los terremotos, ya que la placa tectónica de Asia empuja hacia el Himalaya y los terremotos son habituales.

Vendrán al hotel a recogernos hacia las 13 horas, el avión sale a las 16,30. Los últimos momentos se acaban. También por cancelaciones de vuelos, antes de salir ya nos habían notificado que en lugar de ir vía Ámsterdam, tendríamos que ir por Abu Dhabi vía París, para luego volver a València. En la capital de los Emiratos Árabes Unidos fue donde más frio pasamos; tuvimos que ir arriba y abajo en el aeropuerto, para entrar en calor. Total, tres vuelos para llegar a casa, Katmandú/Abu Dhabi/París/València y luego Sueca.

Día 14/14 Fin del viaje. No sé si alegrarme o no. Le digo al amigo que me acompaña que no podremos cantar victoria hasta que pisáramos València. En cierto modo creo que tenía ganas de volver a la rutina diaria, aunque sabía que nunca volveríamos a la India y al Nepal. Los paseos matinales por el Júcar, y por la tarde ‘mis trabajos’, la comida de siempre… Se acabó el viaje; con todo lo que nos ha costado: dinero, burocracias, fronteras, controles, aviones, vacunas… pero al final estamos en casa. Pero hemos visitado dos países únicos; por sus creencias, por sus diferencias de casta, por su historia, por sus monumentos, la cuna de las religiones, por todo lo que implica ser hindú o nepalí. Un viaje inolvidable; porque aunque haya sido a principios del siglo XXI, igual quizás podría haber sido en la Edad Media. Sólo echo de menos el haber visitado un ashram, haber escuchado satsam o quizás haber practicado algo de meditación. Me impresionó su diversidad y respeto mutuo.

Al final, llegamos a casa después de haber realizado este magnífico viaje. Hasta el otro… veremos si la vida nos da tiempo.

Visita a India.

Joan-Llorenç sincristal@hotmail.com